viernes, 30 de diciembre de 2011

Es la guerra / Banderín de enganche

¡Es la guerra!

No trago más basura.
Ésa es la lucha.
Ni un gramo más.
Ésa es la lucha.
Lucharé por mi dignidad.
Ésa es la lucha.
Mi dignidad como espectador.
Ésa es la lucha.
Quiero lo bello y nada más que lo bello.
Ésa es la lucha.
Quiero la belleza inundando los teatros y solamente la belleza.
Ésa es la lucha.

¿Te apuntas?

Escribe tus quejas a: vaenbolas@paudenut.com

Se acabó el callar,
se acabaron las buenas maneras,
se acabó el decoro.

Es la guerra.

El pataleo será el arma.
El abucheo será el arma.
La queja será el arma.
Escupir será el arma.
Escribir será el arma.

Ármate y dispara a: vaenbolas@paudenut.com

¡Es la guerra!

No pararé hasta que me devuelvan el dinero si no me ha gustado.

¡Es la guerra!

No pararé hasta que la belleza triunfe por encima de los mediocres,
hasta que sólo vea gente metida hasta las cejas en su empeño,
hasta que los vanidosos sean expulsados de los teatros,
hasta que los mezquinos sean expulsados de los teatros.

¿A quién quieres expulsar? Escribe a: vaenbolas@paudenut.com

¡Es la guerra! ¡Es la guerra! ¡Es la guerraaaaaa!

¿Existen libros de reclamaciones en los teatros?
Libros de reclamaciones para quejarse del mal gusto,
para quejarse de la desidia,
para quejarse del descuido y de la desgana,
para quejarse de la mala gestión,
para quejarse del todo vale.

Quéjate y reclama: vaenbolas@paudenut.com

Yo me ofrezco para ir al teatre Lliure y actuar a cambio de la voluntad del público.
Cobraré después.
Que cada cual pague según su antojo.
Que cada cual pague según su buen parecer.
Y si a alguien no le gusta,
que patalee,
que grite,
que me escupa en la cara.
Pero que no se lo trague.
No tenemos el derecho a tragar.
No.

Mi espectáculo es barato.
Mi gusto, como espectador, es barato.
No pido mucho,
sólo hablar con Lluís Pasqual
—por ejemplo—
y plantearle la actuación
a cambio de nada.
A cambio de la compensación directa del público

¿Con quién quieres hablar tú? Escribe a: vaenbolas@paudenut.com

Se te ocurre una idea y te las tienes que ingeniar para encontrar un lugar en la cartelera.
Los mezquinos tienen su hogar en la cartelera y se las tienen que ingeniar para encontrar ideas con que llenarlo.
Esa es la diferencia.
No tienen derecho a hacerlo.
No tenemos derecho a tragar.
Tenemos derecho a asistir a lo más bello,
a lo más conmovedor,
a lo más emocionante.

Sólo así.

Escribe, grita, protesta, no te cortes: vaenbolas@paudenut.com